La justicia de Brasil determinó que las oficinas públicas que celebran matrimonios no podrán rechazar a parejas homosexuales que deseen casarse, a pesar de que el Congreso no ha aprobado una ley autorizando el matrimonio homosexual en el país.
La decisión fue adoptada por el Consejo Nacional de Justicia (CNJ), una institución pública que vela por la autonomía del Poder Judicial y es presidida por Joaquim Barbosa, presidente también de la Corte Suprema, y publicada en su sitio web.
Hasta ahora, algunas oficinas públicas -subordinadas a la justicia estatal- aceptaban la solicitud de casamiento de parejas homosexuales, y otras las negaban. La justicia de varios estados de Brasil ha aceptado el casamiento homosexual, pero no había hasta el momento una decisión a nivel nacional.
La unión estable de parejas homosexuales fue reconocida hace dos años, en mayo de 2011, por la Corte Suprema de Brasil, que les garantizó los mismos derechos que a las heterosexuales. No obstante, el Congreso brasileño, donde hay una poderosa bancada religiosa que se opone al tema, no ha aprobado el matrimonio homosexual.
La decisión de la Corte Suprema “es vinculante” y debe ser seguida por las instancias inferiores.
En teoría, la decisión adoptada este martes por el CNJ puede ser cuestionada por la Corte Suprema, pero no es probable señalaron algunos analistas quienes dudan ahora sobre la posibilidad de que esta situación sea revertida en lo inmediato desde el congreso.