La presidenta Dilma Rousseff buscará la aprobación de una ley que convierta en delito la homofobia pese a la oposición de líderes evangélicos, que son influyentes entre el electorado y dentro del Congreso.
Así como en Brasil existe una ley llamada “María da Penha”, de violencia contra la mujer, la presidenta brasileña quiere una norma específica para la homofobia.
Un proyecto semejante está hace años atascado en el Senado hace ocho años, por lo que será archivado, una situación considerada desastrosa por grupos de derechos homosexuales como la ABGLT o el Grupo Gay de Bahía, que buscan que la homofobia sea equiparada al delito de racismo.
Según datos del Grupo Gay de Bahía, al menos 312 gays, lesbianas y transexuales brasileños fueron asesinados en el 2013, lo que representa un homicidio cada 28 horas. La cifra representa una bajada de un 7,7 % respecto al 2012. La entidad afirma que casi la totalidad de esos asesinatos fueron crímenes de odio.
Otra pauta que movilizará al gobierno es la aprobación de una norma que obligue a investigar muertes derivadas de las acciones de la policía, las cuales, según datos del Fórum Brasileño de Seguridad Pública, entre 2009 y 2013 la policía mató a seis personas al día de media.
Fuente: Cascara Amarga